El riesgo de deforestación causada por la soja en Paraguay continúa a pesar de su disminución
Los países que importan soja producida en el bioma del Bosque Atlántico paraguayo siguen expuestos al riesgo de deforestación ilegal, a pesar de que la tasa de deforestación ha disminuido considerablemente.
Soy field in Paraguay // Jesibel Fernandez, iStock.com
La soja es un pilar fundamental de la economía paraguaya. El valor de las exportaciones de soja en 2019 alcanzó los 2.500 millones de dólares; el 43 % de los ingresos totales por exportaciones del país.
Entre 2016 y 2019, las exportaciones de soja de Paraguay a Argentina aumentaron más del 700 %, llegando al 37 % de las exportaciones totales, y desplazando a la UE como principal destino de las exportaciones de soja. Esto se debió en parte a una importante sequía que afectó a la producción de soja argentina y al levantamiento de las restricciones a las importaciones de soja.
El aumento de las exportaciones hacia Argentina también podría reflejar un cambio en la forma en que se registraron las exportaciones a través de este país por parte de las aduanas a partir de 2017, lo que llevó a Argentina a aparecer con mayor frecuencia como el país de destino en vez de como importador intermediario.
Gran parte de la soja exportada a Argentina se muele y se reexporta hacia mercados internacionales, incluida la UE, que es el mayor mercado de Argentina. La soja paraguaya es especialmente valorada como insumo en las plantas extranjeras de molienda de soja debido a su contenido relativamente alto en proteínas.
Aunque las exportaciones directas de soja paraguaya a la UE se redujeron en el mismo período, de 2,8 t en 2016 a 1,3 t en 2019, la UE sigue siendo el segundo mayor mercado de exportación para el commodity, representando el 18 % de las exportaciones en 2019. Rusia es otro importante mercado de exportación para la soja proveniente de Paraguay, que importó más de 800.000 toneladas en 2019.
A diferencia de Brasil y Argentina, Paraguay no exporta soja directamente a la China continental. Sin embargo, el comerciante estatal chino COFCO fue el cuarto mayor exportador de soja paraguaya en 2019, exportando principalmente a Argentina (76 %).
Al igual que en Argentina y en Brasil, el mercado paraguayo de exportación de soja está concentrado. En 2019 casi dos tercios de las exportaciones de soja paraguaya estuvieron controladas por cinco grupos comerciales: Cargill, ADM, el comerciante ruso Sodrugestvo, COFCO y Louis Dreyfus.
La deforestación ilegal continúa en el Bosque Atlántico a pesar de su disminución
Las plantaciones de soja de Paraguay se encuentran mayoritariamente en el este del país, en el ya muy deforestado Bosque Atlántico. Si bien las tasas de deforestación en el Bosque Atlántico han disminuido drásticamente desde la introducción de la Ley de Deforestación Cero en 2004, no han logrado detenerla por completo.
Dado que en Paraguay solo queda en pie el 13 % de la vegetación nativa de este bioma, es fundamental la aplicación efectiva de esta ley. Solo en 2019, estimamos que se despejaron 75.000 ha de bosque en el Bosque Atlántico paraguayo.
Casi todas las exportaciones de soja de Paraguay se producen en esta región y, por lo tanto, siguen expuestas a un riesgo de deforestación ilegal. Aunque este riesgo ha disminuido desde 2014, la investigación de Trase sugiere que los cinco principales importadores de soja paraguaya, es decir, Argentina, la Unión Europea, Rusia, Chile y Perú, estuvieron expuestos a 5.700 ha de riesgo de deforestación ilegal del Bosque Atlántico a través de sus importaciones de soja durante 2019.
¿Una nueva frontera de la soja en el Chaco?
Investigaciones recientes indican que se podría estar abriendo una nueva frontera de deforestación para la soja en el escasamente poblado Chaco Seco, al nor-oeste del río Paraguay, hogar de numerosas comunidades indígenas.
La región del Chaco Seco ha registrado una de las mayores tasas de deforestación del mundo durante la última década. Entre 2010 y 2019, la parte paraguaya del bioma del Chaco perdió 2,4 millones de hectáreas de vegetación nativa, debido principalmente a la expansión de los campos de pastoreo.
Actualmente la superficie de cultivo de soja en el Chaco Seco es ínfima. Aunque las estimaciones varían, utilizando datos espacialmente explícitos, logramos identificar 14.600 ha plantadas con soja en el Chaco Seco en la cosecha de 2019; menos del 1 % del total de la cosecha de ese año. Pero esta superficie se ha duplicado enormemente desde 2014 y los observadores creen que dicha expansión aumentará, si se dan las condiciones apropiadas. Es muy probable que esto acelere la deforestación, ya sea directamente (para tierras de cultivo) o indirectamente al desplazar la expansión del pastoreo para el ganado vacuno.
Varios acontecimientos políticos y económicos en Paraguay apuntan a condiciones más favorables para los productores que buscan cultivar soja en el Chaco. Se están construyendo nuevas carreteras, como el Corredor Bioceánico, que unirá el Chaco paraguayo con los puertos internacionales de Brasil, Chile y Argentina, facilitando las exportaciones de la región.
El gobierno ha aprobado variedades de soja resistentes a la sequía, más aptas para las condiciones del Chaco Seco. Los precios de los terrenos continúan siendo atractivos para los productores pioneros, mientras que los precios de la soja se mantienen altos, lo que puede suponer un incentivo adicional para la expansión. Además, el Chaco Seco (y gran parte del Chaco Húmedo ubicado en el oeste del país) no está cubierto por la Ley de Deforestación Cero de 2004, lo que facilita la conversión de nuevas áreas para la producción agropecuaria.
Como el Chaco Seco es el bioma más alejado del mar, la mayor parte de su producción de soja se destina al mercado nacional. A pesar de que los datos de Trase no relacionan ninguna exportación con la producción en el Chaco Seco, fuentes expertas sugieren que algunas de las propiedades más grandes del Chaco están produciendo soja para la exportación, llevando sus granos al puerto de Concepción o Villeta (cerca de Asunción) para su molienda o para la exportación directa.
Los riesgos se mantienen a pesar de los compromisos de cero deforestación
Tras un nuevo compromiso de ADM en 2019, cuatro de los cinco principales comercializadores, que representan el 64 % de las exportaciones, cuentan con un compromiso público de cero deforestación que abarca sus exportaciones de soja paraguaya. La excepción es Sodrugestvo, que atiende casi exclusivamente al mercado ruso y no tiene ese compromiso.
A pesar de estos compromisos, Trase estima que solo estos cinco comerciantes representaron el 59 % del riesgo de deforestación causada por la soja en Paraguay durante 2019. Solo el 1 % de la soja exportada desde Paraguay en 2019 estaba certificada por la Round Table on Responsible Soy, que incluye la cero deforestación como uno de sus criterios fundamentales.
Se han realizado varios avances por parte del gobierno para mejorar la gobernanza del control del uso de suelo en Paraguay, como por ejemplo la promulgación de una extensión de la Ley de Deforestación Cero en la región oriental hasta el año 2030. Pero siguen existiendo lagunas en los datos públicos que dificultan el mapeo de la cadena de suministro de soja y los riesgos de deforestación asociados. Lo más importante es que actualmente no existe ningún mecanismo nacional en Paraguay para rastrear la soja hasta las regiones de producción que pueda garantizar a los comerciantes una soja libre de deforestación.
Los datos de este artículo se basan en el mapa actualizado de la cadena de suministro de la soja paraguaya de Trase (versión 1.2.2.). Los métodos detallados, las fuentes de datos y los cambios con respecto a la versión anterior están disponibles para el mapa de la cadena de suministro, el riesgo de deforestación causado por la soja y los indicadores de producción y sostenibilidad.
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